DIÁLOGOS 3.
-
Está bien Aris, dime cómo, pues.
Cómo según tú puedo conseguir esos 20 kilos.
-
Pues es sencillo Heca. Primero
debes cortar las patatas que te daré de siembra a cuartos (bien exactos), luego
debes plantarlas a la distancia de un metro, después, al cabo de un tiempo (yo
te diré cuando al revisar tu huerto) debes calzarlas con suficiente tierra
(también te lo diré no te preocupes), mientras debes regarlas cada cierto
tiempo (dependerá del clima y también te avisaré) y cuando las veas crecer verás que crecerán bien
y yo te diré cuando recogerlas. Es fácil, ya ves que estoy dispuesto a ayudarte
en todo.
-
Bien Aris, y te lo agradezco, pero
más que una ayuda, y disculpa mi atrevimiento, pero me suena más a imposición,
a negarme libertad. No quiero ofenderte y estoy seguro que no hay una
malevolencia detrás de todo porqué en el fondo qué ganarías tú con imponerme
como hacer las cosas a mí pensando en que me salga mal. Evidentemente solo
deseas mi bien para que pueda, cuanto antes, saldar mis deudas pero claro a mí
me sigue pareciendo que te entrometes en mis asuntos, en mi manera de hacer las
cosas. Llevo muchos años y años haciéndolo a mi modo, e incluso creo que empecé
antes que tú, pero bueno eso no viene al caso ¿verdad? Y sinceramente yo
tampoco quiero deber y deber siempre, solo quiero pagarte cuanto antes y así poder
volver a mi vida anterior. Y no me malinterpretes no a una vida de derroche, de
juergas y fiestas, sino solamente a una vida como la tuya, con eso me basta.
-
Pues ahí vamos Heca ¿Cómo crees
que he conseguido yo ésta vida? ¿cómo crees que mi huerto produce y me permite
vivir bien? ¿sabes los sacrificios que he tenido que hacer? ¿crees que no
hubiese querido pedir y pedir para así vivir mejor el presente?
No hay comentarios:
Publicar un comentario